Lo que vemos refleja lo que pensamos, y lo que pensamos es un reflejo de lo que queremos ver.
La realidad, la realidad del universo físico, es experimentada a través de varios conductos; vemos algo con nuestros ojos, oímos algo con nuestros oídos, olemos algo con nuestra nariz, tocamos algo con nuestras manos, y luego decidimos que hay algo. Pero la única forma que conocemos este objeto es a través de nuestros sentidos y tales sentidos son conductos que nos reflejan resultados artificiales.
Si pensamos y decimos que lo real es lo que percibimos por nuestros sentidos no es cierto.
Lo que percibimos son emisiones que produce el cerebro al transmitir la información, y la puede modificar como quiera.
Conclusión.
Entonces todo lo que vemos no tiene porque ser real, solo es una interpretación del cerebro a la “realidad”.
La “realidad” se podría definir como “Aquello que parece ser”. La realidad es todo lo que no tiene contacto con nosotros, ya que nosotros, al percibirla, la distorsionamos por medio de nuestros sentidos, convirtiéndola en nuestra realidad. Es decir, nunca percibiremos la realidad tal como “es”, ya que, no sabemos cómo es en realidad, no estamos en contacto directo con el universo físico. Sólo estamos en contacto con él a través de nuestros conductos sensitivos. Y si lo hacemos, ¿Cómo podríamos saberlo?
Ivonne Guerra Garcés
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